domingo, 23 de marzo de 2014

Estilos en el muralismo

Así como cada artista eligió la técnica que más le gustaba, también tuvo cada uno su propio estilo. El de Orozco se puede definir como obras épicas que narran una despiadada lucha de clases y muestran a un pueblo engañado y explotado. Tienen gran fuerza expresiva, ironía, agresividad, dramatismo y el colorido es un tanto sobrio. Orozco pintó las paredes del patio grande de San Ildefonso con representaciones del origen del mestizaje y la tragedia humana de la revolución. En el Palacio de Bellas Artes está una de sus obras más importantes: La catarsis



y en la bóveda del Instituto Cultural (antes Hospicio) Cabañas en Guadalajara, Jalisco: El hombre de fuego. También realizó varios murales en EUA. Su obra mural es menos política que la de Siqueiros y Rivera, pues refleja más bien el dolor humano como una condición universal de los pueblos.


En el caso de Siqueiros, el estilo de su obra, podría decirse que es el reflejo de su temperamental carácter y pasional sentido de la vida, de ahí la presencia de: colores vivos, perspectivas acentuadas, fuerte expresividad y monumentalismo. En el mural: La marcha de la humanidad en el Poliforum cultural, posee gran dinamismo en la formas, presencia salvaje del denominado realismo épico o una descarnada crítica en la temática.


Diego Rivera dio origen a un estilo artístico conocido como Mexicanidad, enfocándose en el legado cultural mexicano y utilizando un fuerte estilo que con frecuencia aplanaba elementos tridimensionales en dos dimensiones y presentando objetos más amplios y robustos de lo que eran en realidad.

El arte de Diego Rivera fue fuertemente influenciado por sus raíces. Pinturas como La Tortillera, que mostraba a una mujer haciendo tortillas de la misma forma que se habían hecho a través de la historia mexicana, representan esta apreciación por sus raíces.



* imágenes de Internet
* textos de Artes Visuales 3 Ed. Castillo

No hay comentarios:

Publicar un comentario